La Plataforma en defensa del Patrimonio de Bejís, que integra asociaciones y vecinos de la población, ha presentado en el Ayuntamiento 600 firmas contrarias a la instalación de una mina de arcillas, informan fuentes de este colectivo.
EFE Se trata de vecinos empadronados en Bejís o vinculados a ella con una segunda residencia.
Por otra parte, ha comenzado la recogida de firmas entre otros ciudadanos de la Comunitat Valenciana. De momento, se han obtenido cerca de 400 en pocos días, según estas mismas fuentes.
Muchos vecinos han colgado carteles en los balcones mostrando su oposición a la mina.
Desde el Ayuntamiento, la Corporación ha aprobado, en sesión plenaria, una declaración institucional de oposición al cualquier tipo de proyecto minero y en defensa del patrimonio cultural y natural de Bejís.
De hecho, según ha comunicado la alcaldesa, Herminia Palomar, a la Plataforma, tanto la Conselleria de Medio Ambiente como la de Cultura disponen ya de la información necesaria para defender este territorio de gran valor ecológico.
La intención de la Plataforma es que se sumen a ésta declaración el mayor número de consistorios de la comarca.
De hecho, el ayuntamiento de Teresa, a través de su alcalde, Juan E. Pérez Calatayud, ha trasladado su oposición al proyecto minero en la cabecera de un río, el Palancia, que vertebra toda la comarca del Alto Palancia y la del Camp de Morvedre.
Por su parte, la empresa Eurominerales Cerámicos todavía no ha solicitado la opinión de las asociaciones existentes en el municipio. Este es uno de los pasos necesarios para continuar tramitando la explotación.
En éstos momentos, el expediente se encuentra a la espera de la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Cultural.
La firma pretende extraer 2 millones de toneladas por año de arcillas durante, en principio, 64 años.
Los municipios vecinos, por tanto, compartirían también las molestias del paso de un camión cada cinco minutos, o las reiteradas explosiones.
La obertura de una mina de arcillas en el término municipal comportaría una catástrofe para todo el municipio y, también para el patrimonio natural de la Comunitat Valenciana.
Fuente: Levante de Castellón
EFE Se trata de vecinos empadronados en Bejís o vinculados a ella con una segunda residencia.
Por otra parte, ha comenzado la recogida de firmas entre otros ciudadanos de la Comunitat Valenciana. De momento, se han obtenido cerca de 400 en pocos días, según estas mismas fuentes.
Muchos vecinos han colgado carteles en los balcones mostrando su oposición a la mina.
Desde el Ayuntamiento, la Corporación ha aprobado, en sesión plenaria, una declaración institucional de oposición al cualquier tipo de proyecto minero y en defensa del patrimonio cultural y natural de Bejís.
De hecho, según ha comunicado la alcaldesa, Herminia Palomar, a la Plataforma, tanto la Conselleria de Medio Ambiente como la de Cultura disponen ya de la información necesaria para defender este territorio de gran valor ecológico.
La intención de la Plataforma es que se sumen a ésta declaración el mayor número de consistorios de la comarca.
De hecho, el ayuntamiento de Teresa, a través de su alcalde, Juan E. Pérez Calatayud, ha trasladado su oposición al proyecto minero en la cabecera de un río, el Palancia, que vertebra toda la comarca del Alto Palancia y la del Camp de Morvedre.
Por su parte, la empresa Eurominerales Cerámicos todavía no ha solicitado la opinión de las asociaciones existentes en el municipio. Este es uno de los pasos necesarios para continuar tramitando la explotación.
En éstos momentos, el expediente se encuentra a la espera de la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Cultural.
La firma pretende extraer 2 millones de toneladas por año de arcillas durante, en principio, 64 años.
Los municipios vecinos, por tanto, compartirían también las molestias del paso de un camión cada cinco minutos, o las reiteradas explosiones.
La obertura de una mina de arcillas en el término municipal comportaría una catástrofe para todo el municipio y, también para el patrimonio natural de la Comunitat Valenciana.
Fuente: Levante de Castellón
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